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NOVEDADES ABRIL 2019 • CÓMIC EUROPEO PÁG. 05 //
También queda patente en este primer volumen la am- la mascota entrañable o de la novia, tan fiel como pro-
bientación exótica en la que va a transcurrir toda la se- pensa a caer en peligros. Su dimensión, profundamen-
rie. Maorís, papúes, melanesios, con su caracterización te humana, le exime de estas prótesis narrativas que
étnica, con su indumentaria, con sus tatuajes, con sus sólo sirven para demostrar que el héroe, siempre justo,
máscaras, con sus abalorios y hasta con sus canciones siempre impoluto, también ríe y también ama. Corto ríe,
construyen un paisaje de un extraordinario atractivo. To- ama y padece por sus propios medios, sin necesidad
davía hoy nos fascina. Cuando la serie apareció, antes de de acompañantes interpuestos. Esa misma soledad le
Internet, antes, incluso, de los documentales televisivos, hace vulnerable, propenso a la ensoñación, a veces a la
fue un auténtico deslumbramiento. Se nota, además, que tristeza. Y también le hace un personaje sexuado, con
no se trata de un exotismo de pacotilla, construido a partir inclinaciones, pasiones y, más o menos disimulados,
de unas cuantas fotos o de unos pocos souvenirs de tu- frecuentes enamoramientos. Se abre a los encantos fe-
rista. Se trata de una lejanía vivida con intensidad y, sobre meninos como parte esencial de lapropia aventura. Se
todo, comprendida. Porque aquí el indígena no es malva- juega el tipo y también el corazón. Porque el trato con
do, atrabiliario y mucho menos salvaje. En cierta medida los humanos supone escaramuzas bélicas, pero también
ni siquiera es extranjero. Las relaciones se cruzan entre sentimentales. Es la vida en todos sus riesgos, la expe-
occidentales y nativos, se traban complicidades y hasta riencia en todos sus niveles vitales.
amistades interculturales. Porque, aunque el mundo sea
grande y las costumbres diferentes, el ser humano no Corto MALTÉS ES INMORTAL,
deja de ser el mismo en todas las latitudes, víctima de
sus miserias y orgulloso de sus glorias. El exotismo de NO CABE DUDA
Pratt parece estar hecho para confirmar, más allá de las
diferencias tan plásticamente aprovechadas por su pincel, En La balada del mar salado son Pandora y Caín, dos pri-
la profunda hermandad de los humanos. mos perdidos en la inmensidad del océano, los que des-
encadenan la aventura. Sus orígenes, sus complicidades
En la saga de Corto Maltés hay, por lo tanto, precisión y sus propósitos suministran la intriga básica sobre la que
geográfica, antropológica y también cronológica. La se despliega todo el entramado de intereses que compo-
voz del océano Pacífico se encarga de precisar en la nen la historia. Como ocurrirá en libros posteriores, los
primera viñeta que la historia comienza el 1 de noviem- personajes sobrevenidos, los que se incorporan en cada
bre de 1913 y en la última que termina en febrero de historia, son sólo el pretexto para desplegar una visión
1915. Quince meses de historias con minúscula donde del mundo. Mejor dicho, la visión de un mundo que ya no
los personajes se mueven al ritmo que marca la Historia existe, en el que quedaban lugares por descubrir, ideales
con mayúscula. Nos encontramos en los comienzos de por los que combatir y la posibilidad, aunque fuera remo-
la Primera Guerra Mundial y Alemania, Japón, Inglaterra, ta, de cambiar la realidad, de dar un giro de timón a la His-
Estados Unidos y Australia toman posiciones geoestra- toria. Un mundo, en definitiva, en el que la hazaña aún era
tégicas en la zona de cara al inminente conflicto. Las pe- posible. Hugo Pratt era consciente de ello, de que habla-
ripecias que viven los personajes son, en último término, ba de un mundo perdido, un mundo en alguno de cuyos
consecuencia de los conflictos mundiales. Esta será, en rincones, todavía preservado, intentó buscar refugio. Por
lo sucesivo, una de las características más elogiadas de eso la serie en su conjunto respira esa salobre nostalgia.
la serie: la inscripción del protagonista en un trasfondo Por eso es tan importante esa imagen, casi tótem, de Cor-
histórico perfectamente documentado. Con La balada to Maltés oteando el horizonte. Porque entonces, todavía,
del mar salado llegó al cómic un nuevo tipo de aventura, el horizonte no era límite sino desafío. El progreso como
humana, realista y, por eso mismo, crítica con el mundo pérdida constituye, sin duda, una de las claves temáticas
y su laberinto de ruindades. del universo “prattiano”. Afortunadamente, esa nostalgia
se puede paliar navegando por las hojas (o por las olas)
Corto Maltés es también un protagonista solitario. A di- que siguen. No es la aventura propiamente dicha, pero es
ferencia del modelo dominante en aquellos años, donde lo que más se le parece, una apasionante lectura. Hasta
los héroes de la viñeta solían rodearse de un pequeño huele a mar. A mar salado.
grupo de inseparables acompañantes, Corto viaja solo.
No necesita el contrapunto del amigo “gracioso”, de –Antonio Altarriba