El chaval debe andar en lo mejor de su vida: ya casi no se le notan los granos y además sus progenitores le van a regalar, en este volumen 9 , su ansiada recompensa: un móvil.
Parece que la vida al fin le sonríe a Jeremy, incluso acertará con un obsequio dirigido a su "amiga-especial" Sara, compartirán taquilla y va a ensayar más con su coleguita el Pierce, el del millón de piercings... todo excepto que nadie en este planeta puede entender jamás la cruz que supone vivir con sus padres, vean:
Las respuestas más irónicas no son la de los padres, aunque se lamenten todavía de no haber escogido mejor a una mascota, son de Jerry Scott ( Baby Blues ). Siempre mordaz.
Y para las expresivas caracterizaciones y los silencios, que es donde más se la juegan los humoristas gráficos, tenemos a Jim Borgman, antiguo colaborador del sensacionalista The Enquirer.
La verdad es que no hay nada más sano que echarse unas risas, empezando con uno mismo, por supuesto. Si no se atreven ustedes solos, me ofrezco como voluntarioso cabeza de turco para se se jacten como si fuera el sombrero loco del País de las Maravillas. Así que Feliz no-cumpleaños Jeremy. M.A.D.Gregor
31 de mayo de 2008