Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero se unen una vez más para dar vida a una nueva aventura del héroe de Hugo Pratt bajo los auspicios de NORMA Editorial
En los últimos años lo hemos visto deambular por los hielos de Alaska en Bajo el sol de medianoche, las selvas de Equatoria, en aguas del Pacífico en El día de Tarowean o entre las sombras del Nocturno berlinés. Ahora, los más dignos herederos de Hugo Pratt, el guionista Juan Díaz Canales y el dibujante Rubén Pellejero, vuelven a dar vida a Corto Maltés en el México de las guerras cristeras con La línea de la vida, que acaba de ver la luz en NORMA Editorial, una vez más, en tres ediciones: dos a color (catalán y castellano) y una en blanco y negro (en castellano).
Esta vez la aventura se traslada al México de la Revolución Cristera, una guerra sin cuartel que tuvo lugar una década después de la que emprendieron Pancho Villa y Emiliano Zapata, y que opuso al ejército mexicano contra milicias de insurgentes católicos que se oponían a la legislación anticlerical de la constitución de 1917. Este conflicto, que tuvo lugar entre los años 1926 y 1929, tenía dimensiones internacionales, puesto que la iglesia católica recibía el apoyo de bancos y empresas extranjeras. La hechicera Boca Dorada, que conoce las estrecheces económicas de Corto después de que este invirtiera todo su patrimonio en restaurar el viejo velero de su padre, le hace una oferta irrechazable. Así, el héroe caerá encima de un verdadero magma volcánico de creencias, leyes e intereses, y le será difícil vivir para contarlo.
El hijo de ‘La Niña de Gibraltar’ se verá así tras la pista de unas piezas de jade que han permanecido sumergidas durante siglos en un depósito de agua cercano al yacimiento maya de Chichén Itzá, pero pronto se verá enredado en una operación clandestina de tráfico de armas para las milicias cristeras. En esa maraña tropezará con dos viejos conocidos: por un lado, el bueno de Rasputín, que ha encontrado en el cristianismo una válvula de escape para su afán de llevar la contraria; y con un viejo amor que creía perdido en Irlanda.
En el prólogo del volumen, Benoît Mouchart,director editorial de Éditions Casterman, destaca de Díaz Canales, “aparte de por su dominio del diálogo incisivo, su capacidad de mezclar ficción y hechos reales con notable veracidad histórica. Tras pasar la última página de cada una de sus historias, el lector puede entretenerse buscando entre los personajes aquellos que realmente existieron en carne y hueso: comprobará que los que parecen más increíbles no siempre son los inventados”. Y con el trabajo de Pellejero no se muestra menos entusiasta: “Maestro indiscutible del cómic mundial, Pellejero es uno de los artistas favoritos de Katsuhiro Otomo, el célebre creador de Akira, con quien comparte el arte de dar a cada uno de sus protagonistas un carácter gráfico particularmente expresivo”. Una fiesta para los seguidores del marino indomable, tan libre como siempre, más humano que nunca.
6 de noviembre de 2024