El Ángel cayó y se enamoró de la bestia negra que habita en cada uno de nosotros. Ahora es el turno del hijo devoto para impartir su nueva ley.
La ciudad ruge y erupta a quien no le parece apto para ella, la ciudad es quien elige a sus protectores y es el cúmulo de coincidencias cósmicas más grande que ha parido el cómic. La ciudad enamora tanto que atrapa a sus habitantes sin dejarles escapar a una vida alternativa.
El nombre de la encandiladora no podía estar en otro idioma que en francés, y es que Peter David también cayó en sus propias redes y Bete Noire superó sus propias expectativas.
La ciudad se puede ubicar en cualquier universo y nuestra protagonista puede llamarse como le venga en gana, ya que ha evolucionado tanto como la vida le permite a cualquiera después de renacer moralmente en cada aventura e incluso parir un hijo.
En Bete Noire se va a juzgar al traficante más famoso de la ciudad, se vampirizará al más inocente de sus habitantes y se intoxicará a un cura para enfrentarse a su carga de conciencia. En esta ciudad se necesitan manos inocentes para ser parte de un nuevo jurado. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. M.A.D. Gregor
25 de junio de 2008