No, no hablaré de mi cómic. No voy a hablar de Brancaccio Una historia de la mafia cotidiana si no que hablaré de mi barrio.
Brancaccio es el barrio donde viví desde los 6 años. La calle donde estaba mi casa se quedó sin nombre, casi olvidada por todo el mundo. Cerrada, encerrada en sí misma, sobre una zona controlada por la Mafia y perdida por el Estado. "Brancaccio2" fue el nombre que las instituciones le dieron después de un tiempo. Para todo el mundo mi calle era “Bc2”.
Allí, casi delante mi casa vivían lo HermanosGraviano, jefes de la mafia de Brancaccio. De pequeño no sabía quiénes eran, pero todo el mundo tenía que respetarlos y saludarlos. Tenía más o menos diez años cuando me encontré por la calle el Graviano mayor, yo iba vestido únicamente con mis pantalones cortos y con la pelota en la mano listo por jugar a fútbol en un campo cercano a mi casa (campo es un decir, era más bien un des-camp-ado). El chico que estaba a mi lado le saludó inclinándose y yo dije: “Buon giorno”… Él sonrío y se fue.
Todo empezó allí. Yo lo sabía, y todo el mundo en mi barrio, en Palermo… y en Sicilia también, pero no importa si la gente a la que votamos, que luego van al Parlamento y eligen leyes son hombres de la mafia, eso todo el mundo lo sabe. Como que todo empieza en Brancaccio.
Gaspare Spatuzza, el hombre que mató al cura de Brancaccio, al Padre Puglisi, ha declarado recientemente ante los jueces, por primera vez después de 15 años, sobre los hermanos Graviano. Los capos de Brancaccio hablan de la muerte de el juez GiovanniFalcone y de un acuerdo entre Estado y Mafia en el 1992-93. De este acuerdo habla también MassimoCiancimino (el hijo del alcalde de Palermo que fue condenado por mafia en el ’94). En su declaración, CianciminoJunior habla de el nuevo referente político en el 93 (después de la masacre de los jueces Falcone y Borsellino) por la mafia: MarcelloDell’Utri, segundo de SilvioBerlusconi por su partido Forza Italia.
Los Graviano confirman la declaración de CianciminoJunior. Habla también SimoneBrusca, el brazo derecho de TotòRiina (uno de lo más importantes jefes de la mafia siciliana) y declara que Berlusconi estuvo en contacto con TotòRiina por unas ayudas en la campaña electoral de su partido durante 2001.
Los periódicos y los telediarios italianos no hablan de estas noticias. Todos se callan. Yo no. Viví en Brancaccio, el barrio de los sanguinarios HermanosGraviano y no me callo.
Claudio Stassi, Barcelona, Noviembre de 2009
4 de diciembre de 2009