TIA SIGUE DISPUESTA A FORJAR SU CAMINO, PERO YA NO PUEDE FIARSE DEL PASADO
Pese a las intrigas palaciegas que intentan sustituirla como futura emperatriz, Tia no pierde el sueño porque sabe que, en cuanto llegue la verdadera niña de la profecía, Ruve escogerá a su esposa predestinada y ella será libre para elegir su destino. Pero su nuevo presente es tan distinto de su terrible pasado que empieza a dudar…